En los viajes pasan cosas increíbles: se llega a lugares que jamás esperaste, vives cosas que nunca pensaste, conoces gente que de otra forma jamás habrías conocido.
PERO (el gran pero!) no todo es color de rosa y existe una extraña “compensación de suerte cósmica del universo”
Esta es un poco la continuación de la ANÉCDOTA #1, ya que fue en el mismo viaje.
Venía de un voluntariado en el Amazonas peruano, viajando por barcos de carga por el gran río, había llegado a Manaus (Amazonía brasileña), subí por Venezuela y me fui por la costa hasta Colombia, donde me separé de mi amigo con el que viajaba y decidí continuar el viaje sola durante un mes.
Venía viajando haciendo artesanía, acampando en los patios de las personas o simplemente colgaba mi hamaca donde cayera la noche. Todo iba super bien hasta llegar a Cartagena de Indias.
Tenía 19 años (ya 10 años de esto!) Estaba súper emocionada porque era mi primer viaje sola fuera de mi país. Me quedaban mis último 50 dólares, lo que era muchísimo para mi en ese tiempo, asique me dirigí al centro a cambiarlos en alguna casa de cambio, pero (aquí viene el mega archi PERO) miles de tentaciones llegaban a mi: “veeeen que te de damos un super increíble cambio (que de verdad fui muy estúpida en creerlo) “tu me ayduas y yo te ayudo” y blablá, por lo que caí en las trampas y cambié mis dolaritos en la calle con ese señor que aún recuerdo su horrible cara.
Iba todo OK, me dio miles de billetes a cambio de los 50USD y dijo “uh que bueno asi tengo sencillo” y realmente conté el dinero frente de él! Estaba por guardar la plata en mi banano, pero algo presentí (ppfff si, recién. Levanté la mirada y el tipo había desaparecido en un segundo, ahí fue cuando dije “uh, cagué” y volví a contar el dinero y no se como, en algún punto cambió lo que había en mis manos por mucho menos! (un Haudini el tipo!!!! Si fuera más inteligente se podría haber dedicado a la magia y romperla jaja)
¡Rayos! cosas que pasan. Fui donde la policía colombiana, pero estos me dieron a entender que estos casos nunca tenían solución (y sentí que esperaban “algo a cambio”), por lo que solo me dieron un número de teléfono. Me dije a mi misma que esto no quedaría así, por lo que volví a la residencial donde me estaba quedando, me puse otra ropa completamente distinta, un gorro y unos grandes lentes, estaba completamente “encubierta”, tipo detective privado.
Salí a buscar al tipo, estaba decidida de hacerlo. Pasaron un par de horas, cuando de repente el mismo tipo se me acerca ofreciéndome la misma maravillosa cifra, pero antes de que consumieran los nervios y comenzara a gritare conté hasta diez y me hice pasar por argentina. Le dije al tipo que me esperara para llamar a “una amiga y que me trajera el dinero”, pero en vez de eso llamé a los policías y ¡llegaron en 1 minuto! Fue como estar en un capítulo de “CSI Colombia”… llegaron en 3 motos a toda velocidad y cuando el tipo se percató, arrancó, pero lo comenzaron a perseguir y se abalanzaron sobre él! Literalmente lo noquearon, pero lo más chisoso fue que cuando llegó la policía otros 10 tipos también corrieron! O sea es algo super normal que hagan, finalmente ese es su negocio.
De repente me bajó el nerviosismo “¿¡Qué estoy haciendo!? Estoy completamente sola en un país que no conozco y este maleante debe tener miles de amigos como él.” En fin, volvimos a la comisaría y le dije al tipo que me devolviera mi dinero y yo no lo demandaría (cosa que significaría días). Después de una tortuosa pelea así lo hizo… apenas salí de ahí, agarré mis cosas y tomé el primer bus hacia otro destino… cuando me acuerdo de este momento no evito reírme, pero siempre hay que tener sumo cuidado especialmente si andamos solas, yo estoy un poco loca, por lo que ¡no sigan todos mis pasos! Jajaj
Moraleja de esta historia: SIEMPRE cambiar dólares en lugares autorizados!
¿A quién le ha pasado algo así?
¡Nos vemos en la próxima aventura!
