Después de haber terminado Laikipia Wilderness XC Race puedo decir: SOBREVIVÍ, a lo que es hasta ahora, una de las mayores aventuras de mi vida (¡que pocas no son!). Es la aventura más salvaje que he tenido, que vuelvo a repetir que no son pocas.
En solo 6 días fui perseguida por un elefante, tuve que sobrevivir al duro y hostil sol de Kenia, a millones de kilómetros por día y mucho más. Es una carrera que mezcla todo: esfuerzo físico, mental, técnicas de supervivencia y tener en todo momento alerta tus 5 sentidos.
Si quieres saber como es el día a día de una dura, entretenida, extrema y peligrosa carrera por etapas, te invito a seguir leyendo! Es un poco largo el relato, ya que son 6 días! Espero que tengan tiempo para leer y se entretengan.
Este 2014 es el año inaugural para esta carrera, de hecho debía haber sido realizada en febrero, pero debido a los ataques terroristas de de septiembre de 2013 en West Gate Shopping Mall cambiaron la fecha y mucha gente prefirió no viajar a Kenya, por lo que solo fuimos 8 equipos en competencia: Justin y yo; Simon, Paul y James del Reino Unido; Chris de USA, pero vive en Nairobi; Uri, holandés que vive en Nairobi; Guy, sudafricano que vive en Nairobi; Mark y Kean de Sudáfrica; Joseph y su ciego amigo Douglas, quienes corren en Tandem y son de Kenia; Everest y Ann de Kenia y Farhan y Enzo de Italia.
Les cuento desde el principio… llegué a Kenia antes, ya que tengo amigos acá (los que fueron mis guías el 2012), así que me junté con ellos dos días, tuve tiempo para descansar y aclimatarme un poco, ya que Kenia es bastante alto, Nairobi está 1.600 metros de altura y todos los lugares de la carrera serían aún más alto que eso (de los 2 mil a 3.000 metros sobre el nivel del mar). Otro dato de Nairobi: a diferencia de los que todos pueden pensar, Kenia es un país bastante caro! Aún más que Chile diría yo… ya que tienen un impuesto del 100% para muchas cosas! Pero ya les contaré más del país, volvamos a la carrera, ya que quedan muchos días por delante!
DIA 0
¡Que emoción!
Nos juntamos en el lugar de reunión dentro de Nairobi con todo el grupo de ciclistas, donde había un bus esperando por nosotros… mi primera pregunta fue ¿Dónde irán las bicicletas (todas debían estar en maleta)? Y me mostraron la parte de arriba del minibús, pero para mi sorpresa cabían perfecto y parados, ningún problema.
Después de 3 horas por una caótica carretera (si creen que en Chile manejan mal, no se imaginan la locura de las calles, todos manejando por el centro de ambos carriles y solo toman el correcto cuando están a 2 metros de chocar) llegamos a Naru Moru Lodge, nuestra última cama en la carrera.
Mientras armaba mi bicicleta fui conociendo más a las personas que serían mis compañeros en esta aventura: el resto de los corredores, de inmediato se notó el enfoque que buscaban: una aventura y un buen rato. El compañerismo se dio innato y fuimos unos cuantos a probar nuestras bicis y a recorrer los alrededores.
Entre risas y anécdota, en la noche tuvimos una cena buffet y luego la primera charla técnica, a cargo de Helen, la simpática y carismática organizadora de esta carrera.
DIA 1
De Naru Moru River Lodge a Mount Kenya forest.
50km y 1000 metros de asenso entre ganado, senderos, cebras y ríos hasta llegar a un parque gubernamental privado llamado Kenia Forest. Partimos la carrera y fueron 15km de agotador camino ancho hasta que entramos al Kenia Forest, a los pies del Mount Kenia, un camino maravilloso en donde se notaba la presencia de elefantes debido a los cercos eléctricos que colgaban para que estos no pasen. Lamentablemente no vimos ninguno. Íbamos solos liderando el grupo, por lo que no teníamos a nadie, ni siquiera de la organización abriéndonos el camino. Después de 2 horas 50minutos llegamos primeros a la meta en donde nos estaban esperando con batidos de proteína, mucha agua y un rico almuerzo.
El camping era espectacular, estábamos al medio del parque, en medio de la nada, por lo que para llevar y armar un camping ahí hay que llevar todo en camión. Instalan TODO: carpas para dormir, carpa de ducha, de baño, masaje, comidas, cocina, etc etc! Es increíble, como un hotel ambulante. En Kenya hay varias empresas que lo hacen, en este caso es Tapo.
Me considero una exploradora de tomo a lomo, por lo que agarré mi bicicleta y mi cámara de fotos y me fui a explorar en los alrededores, donde por cierto habían varios senderos que llevaban a más y más espectaculares paisajes… pero mi contienda acabó cuando aparecieron dos guardaparques en moto que me andaban buscando para escoltarme de vuelta al campamento, ya que era un área muy peligrosa debido a la gran cantidad de búfalo y elefantes jjaja OOOPSSS! De hecho, recién la semana anterior un búfalo había matado a una señora oriunda que había ido a buscar leña… asique uuff! De hecho me estaba sacando fotos juuuusto donde los búfalos van a darse sus baños de tierra jajaa. Exploración FAIL.
Y bueno, como no acordarme en mi último viaje a Kenia el 2012 cuando estaba pedaleando en el parque Hells Gate y un búfalo me atacó! Tuve suerte que nuestro guía interfirió o no estaría escribiendo ahora.
La cena era un especie de buffet, muy rico todo! La madre de Helen enseña cocina en la universidad, por lo que podrán imaginarse la calidad de todo y por supuesto me tenían un producido “Quiche” vegetariano.
Hoy hablé bastante con Douglas, un corredor que perdió su vista en el ataque terrorista a la embajada de USA en Nairobi. Junto a su piloto Joseph han completado varias carreras por etapas en una bicicleta Tandem (que pedalean 2 personas juntas) bastante básica y sin ningún tipo de suspensión… ídolos! Además que son muy rápido a pesar de todos los problemas mecánicos siguen adelante. También está Everest y Ann que antes de esta carrera nunca habían hecho MTB! No sabían a lo que venían y solo habían andado mázimo 60km en la calle con unas bicicletas de paseo, que son las mismas que usan ahora… WOW… hay que tener mucha garra para ello… completaron la etapa en 9 horas!
Terminamos la noche junto a una rica fogata, ya que la temperatura descendió bastante (10 grados) en la noche, ya que estamos a los pies del Monte Kenia (segunda cumbre más alta de Africa)
DIA 2
De Mount Kenya forest a Lolldaiga Hills private park.
75km y 1500 asenso entre Jirafas, cebras y temidos… MUY temidos elefantes!
La carrera partió con 25km de caminos rurales, donde la principal técnica era esquivar a los cientos vacas, toros y ovejas que se cruzaban en el camino sin una mínima intención de moverse. Después de este camino ancho ingresamos a la espectacular reserva privada de Lolldaiga Hills…. WOW… indescriptible la sensación de estar ahí dentro… la verdad que no encuentro las palabras correcta para describir el parque y describir como me sentía en ese momento. Este parque no es parecido a ninguno de los que había estado antes en Kenya, ya que es un lugar montañoso, más bien boscoso y con peculiares formaciones rocosas, lo que daba la sensación de estar en la película Rey León en todo momento, ya que se pasaba desde sabana abierta a bosques parecidos donde vivían Timón y Pumba.
Al principio fuimos escoltados por un guardaparques en un 4X4, ya que el parque alberga a más de 450 elefantes y muchos búfalos, por lo que puede ser peligroso, pero CHAN Chan chan… este nos abandonó en la mitad del parque! así que tuvimos que seguir solos. Los paisajes, WOW, vimos muchas cebras, jirafas y gacelas… hasta que ahí estaban, cruzando en medio del camino, los majestuosos elefantes. Eran aproximadamente 4 de ellos y un bebé… en la charla técnica del día anterior en la fogata nos dijeron que tuviéramos especial cuidado con los elefantes con bebés, ya que son muy peligrosos cuando tratan de proteger a sus crías… y ahí estábamos, a unos poco metros de ellos esperando a que cruzaran el camino… mientras hacíamos eso, escuchamos un ruido a nuestra derecha a unos pocos metros de donde estábamos, volteamos la cabeza y ahí estaba, a dos metros nuestro ¡un elefante gigante!
¡¡¡El cuál se acercó amenazante con sus orejas abiertas y sonidos terrorífico¡¡¡ Del terror… apenas nos dimos cuenta que se estaba moviendo en forma atacante hacia nosotros, con pánico, agarramos nuestras bicicletas y pedaleamos lo más rápido posible hacia el otro lado del camino. Ahí esperamos unos 10 minutos hasta que un camión se acercó y espantó a los elefantes que se adentraron en los árboles, pero aún estaban a unos 200 metros y cuando pasamos cerca de ellos nos siguieron amenazando escandalosamente… tenía mucho miedo, de hecho no paraba de tiritar! (tengo el video y es muy chistoso, aunque el elefante no se ve se nots que hay algo y se ven los otros cruzando, pero lamentablemente no lo puedo subir aún porque mi internet vale champiñón y mi pc también jaja).
Seguimos el camino en un escenario de sabana montañosa y seca, en donde se nos cruzaron varias jirafas, jabalíes y cebras… era un sensación de verdadera aventura, creo que nunca me había sentido tan a la merced de la naturaleza como en ese momento, de hecho, en este parque no dejan pedalear, fue algo especial solo para la carrera.
Este día me di cuenta que esta carrera no es para cualquiera, si alguien quiere venir con la mentalidad de solo competir definitivamente no la pasará bien. Es para alguien aventurero que quiere sentir lo que es la real emoción de la aventura, de explorar, de estar ahí a la merced de la naturaleza, casi solo… es ser uno más con el medio ambiente, es volver a las raíces y sobrevivir… esa sensación es única y de ensueño, por lo menos para mí, es lo que me mantiene viva.
Llegamos a la meta primeros donde nos esperaban con batidos de proteína, un rico almuerzo improvisado y un campamento semi armado, ya que los caminos son muy difíciles de recorrer en autos.
En la noche compartimos con los demás corredores las anécdotas del día y en la charla técnica hablamos sobre el duro día que nos tocaba mañana: 100Km.
Cada día nos acercamos más con los corredores y también con el Staff (masajitas Alex, Josep y Vincent, Jackie (mamá de Helen), las chiquillas de la comida, Kevin el fotógrafo, Nikky, el camarógrafo, etc). Los he ido conociendo uno a uno cada día y se a armado una relación de amistad y compañerismo muy rica entre todos, muchas tallas internas, risas a cada rato e incluso serias y profundas conversaciones a los pies de la fogata y de fondo los sonidos de los animales salvajes aclamando su vasto territorio.
Me fui a dormir con la sinfonía más maravillosa de la naturaleza… los sonidos de los animales en la noche: elefantes, hienas y leones. Abrí un rato las puertas de mi carpa para sentirlos más cerca. Hoy di las gracias por estar viva después de la escena con el elefantito
DIA 3
Lolldaiga Hills a Mukogodo forest, Laikipia North
104km y 1800 de asenso entre comunidades, rocas y un laaargo camino.
Me levanté en la mañana pensando solo una cosa: me quedan 100Km por delante bajo un intenso e imponente sol que no estaba dispuesto a perdonar a nadie.
Este día Vincent y Joseph, corredores locales de Kenia que en los días anteriores su trabajo era resguardar a los últimos del grupo y hacer el trabajo de mecánica, pedalearon con nosotros en la punta. Los primeros 20Km fueron rapidísimos, lo que me dio una falsa sensación de confianza en relación al circuito, pensando que todo sería igual… ¡eehhh NO!
La ruta pasaba por distintos tipos de paisajes, desde un tanto boscoso a extremadamente seco con espinos y en algunos lugares rocoso (de hecho hay varias impresionantes rocas para escalada). También pasaba por comunidades maravillosas como Il polei y Dol Dol, donde niños corrían hacia nosotros a saludarnos, mientras algunos en los pueblitos más remotos temían bastante con nuestra presencia.
Mucho calor durante toda la ruta con subidas brutales. Justin, mi compañero, se adelantó y corrió a su ritmo mientras yo me quede con, los muy fuertes y talentosos, Vincent y Joseph que en cada subida me empujaban para ir más rápido y uuuff que ayudo! Después de ese desierto espinoso pasamos por un bosque donde, los ex ríos eran unos viles bancos de arena profundos. Toda la carrera fue un desafío: el calor, el duro terreno escarpado, las subidas, y ¡ah si! Los kilómetros jaja.
A 3 Km de la meta nos esperaban subidas bastante técnicas y una bajada rocosa “rompe muñecas” pero muy entretenida. Por fin después de 5 horas 52 minutos crucé la improvisada meta preguntándome ¿Dónde está el campamento? El camión había pinchado un neumático y además se habían perdido, la verdad que es extremadamente remoto donde habíamos llegado y con muy difícil accesos. ¡Lo pasamos muy bien durante la dura ruta! Llegamos segundos después de mi compañero, Justin, por lo tanto seguimos primeros en el ranking.
En la noche nos agarró una inesperada lluvia y ¡no podía estar más cansada!
Estoy viviendo un sueño, siento que es una de las mejores experiencias de mi vida. Todo lo que amo reunido en una “carrera”, en donde lo real, esfuerzo físico y naturaleza se unen como uno.
DIA 4
Vuelta en Mukogodo forest.
Me desperté sin ganas de nada…mi cuerpo me pedía un descanso! Pero me quedaban 54km y 1.500 metros de asenso por delante entre animales y unas terribles subidas indomables.
Partió la carrera y nos adentramos en un hermoso bosque. Había llovido el día anterior por lo que había un poco de barro en el plano, después de este hicimos un entretenido y rápido descenso de 15Km! Seguimos nuestro rumbo por un paraje al más estilo de el “Rey León”. WOW… Elefantes, jirafas, gacelas, camellos y jabalíes son algunos de los animales que encontramos en el camino durante otros 15km en medio de parques de conservación privados: Tassia y Ai Ngwesi, de hecho nos encontramos con un jeep de safari con turistas que ni quiera preguntaron algo, solo nos sacaron fotos cuan animal salvaje jaja.
Solo nos quedaban 20Km y me di cuenta de lo peor… que aún faltaba subir 1.400 metros de asenso! Uff…. Ya estaba cansada y las subidas fueron TERRIBLE… constantes y sin descanso, calor, cansancio, técnicas y ya no nos quedaba agua ya que no hubo punto de abastecimiento. Uff… se suponía que era el día “corto” de descanso jajaja, pero fue sobrevivir al hostil clima. Lo único bueno de esas subida era que la vista al parque era ESPECTACULAR, valía la pena parar para observar tal hermoso paisaje.
Cruzando la meta primeros después de 4 horas de duro andar y mirando atrás me di cuenta del sorprendente lugar donde había estado.
Llegué muy cansada por lo que Alex, ciclista y terapeuta oriundo de Kenia, me hizo un increíble, pero dolorosísimo masaje! Como es ciclista sabía exactamente qué lugar apretar! ¡OUCH! Nunca un masaje me había dolido tanto, pero que útil fue!
Después del almuerzo armamos un grupito y Helen nos llevo a un mirador a 30 minutos en 4x4… realmente un lugar que te deja sin aliento. WOW, puedo decir que es el mirador más lindo donde he estado, estoy segura que para el Rey León se inspiraron en él cuando bautizaron a Simba, se veía “más allá del horizonte”, una vista fantástica a todo el valle de Laikipia.
A la vuelta pasamos por varias comunidades pequeñas, pero llenas de vida, donde los niños corrían a ver ese extraño vehículo y saludaban tímidamente con sus tiernas manitos. Pedí a Helen que parara para darles unos dulces, pero no se atrevían a acercarse, solo uno lo hizo y retraídamente recibió el dulce que en un principio no entendía lo que era.
Durante la cena se puso a llover escandalosamente… que irónico que durante el verano en uno de los lugares más áridos de Kenia, donde seguramente no había llovido en 7 años (exageración) se largara a llover justo cuando estábamos aquí jaja.
DIA 5
Parque Nacional Muranga y vuelta a Mount Kenya forest
75km y 1.700 metros de asenso nos esperaban hoy. Llovió también durante la noche por lo que había bastante barro en el camino.
Uuff me sentía muchísimo mejor después del masaje de Alex, estaba como nueva!
Los primeros 22km fueron dentro del hermoso parque nacional Muranga, en donde en cada esquina habían “park rangers” a caballo y con pistolas tranquilizadoras, ya que es un parque donde hay muchísimos elefantes y búfalos, por lo tanto en la mañana antes que pasáramos, estos animales fueron corridos por temas de seguridad, así que solo vimos algunas cebras, antílopes, gacelas y a lo lejos un par de búfalos, aún así cuando me veía sola en las subidas y escuchaba algún sonido, se me paraba los pelos.
Justin, se fue a un ritmo espectacular, lejos de mi rendimiento jaja, así que me uní a James y continuamos la carrera juntos. Lo pasamos increíble! Lejos el circuito más entretenido, hermoso y alucinante que he hecho, aun que bastante barro es secciones. El camino tenía de todo: aldeas, caminos anchos, cruces de ríos, densa selva, plantaciones, caminatas macabras dentro de una selva asfixiante y lo mejor de todo, casi 15km de senderos alucinantes dentro de tupidos bosques donde uno sentía que flotaba y fluía, la compañía ayudo mucho, ya que nos íbamos riendo durante todo el camino a un ritmo bastante cómodo, sacando fotos y haciendo videos.
A 10km de la meta, después de un cruce de río en una subida con mucho barro nos encontramos con nuestro “camping sobre ruedas”, el camión estaba atorado en el barro, pero milagrosamente junto a la increíble técnica de manejo del chofer, lograron salir.
Después de 6 horas 10 minutos llegamos a la meta donde Justin estaba esperando hace un rato. Uuuufff cansancio absoluto, estuve casi todo el día echada recuperándome.
En la noche nos esperaba una sorpresa en la zona de la cena: dos pantallas bastante grandes donde pudimos ver el Tour de France y la repetición de la goleada 7-1 de Alemania a Brasil.
En la charla técnica nos dijeron que la etapa sería más corta, solo 23km, ya que hay que preparar todo para la vuelta a Nairobi esa misma tarde.
ZZZZZZZZzzzzzzzzzzzz!! cansancio total!
DIA 6 ¡Último día!
23km, 2 Vueltas dentro del impresionante Mount Kenya forest.
Fue una carrera bastante rápida y entretenida dentro de un bosque esquicito: raíces, barro, cruce de río, piedras y vacas… muchas vacas! le pusieron el punto a la i en esta espectacular etapa. Estaba inspirada, por lo que le metí la energía que me quedaba. Casi llegando al destino me encontré con Justin por lo que llegamos juntos a la meta de la mano después de 1 hora 20 minutos.
¡¡¡GANAMOS!!!
UUUfff… terminó esta increíble carrera… no puedo creerlo… ¡Que pena! No quería que termine, pero me voy con los mejores recuerdos.
Sin duda es una de las mayores aventuras que he tenido: un desafío personal día a día, sobrevivir a lo real salvaje, aguantar el hostil sol de Kenia,
Doy gracias por haber conocido a las increíbles personas que estuvieron ahí compartiendo de esta inmensa aventura, a los corredores: Justin, Simon, Paul, James, Chris, Uri, Guy, Mark, Kean, Joseph, Douglas, Everest, Ann, Farhan, Enzo. Al Staff: Helen, Jackie, Nikky, Seb, Josepf, Vincent, Kevin, David, Bob, Julius, Alex, Janice, Joyce, Arsher… a todos!!
¡Nos vemos en la próxima aventura!
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